La Olita es un proyecto compuesto por cuatro departamentos, ubicado en Playa Manzanillo, al oeste de Puerto Escondido, Oaxaca. Esta zona, con su paisaje acantilado y rocoso, ofrece vistas privilegiadas al Océano Pacífico. El diseño de este proyecto surgió de la idea de concebir el edificio como una extensión de su entorno, un gran monolito que se integra a la montaña. A partir de esta visión, el proyecto se desarrolló con un fuerte compromiso con el cuidado del medio ambiente, el respeto al sitio y la adaptación al entorno colindante.
El estudio y la comprensión del sitio fueron esenciales para encontrar la solución de diseño adecuada. Se buscó maximizar las vistas y aprovechar la ventilación natural, adaptándose a las características únicas de la ubicación. El contraste entre el volumen del edificio y su entorno tiene como objetivo generar distintas sensaciones en la forma de habitar el espacio. Las dos fachadas principales, sostenidas por dos grandes muros hacia las colindancias, establecen una conexión directa con la montaña y el océano, reforzando la relación entre el ser humano, la arquitectura y la naturaleza.
Los elementos en la fachada fueron diseñados para emular el movimiento de las olas del mar, mientras que al mismo tiempo captan la luz de manera que generan diversos juegos de sombras a lo largo del día. Las terrazas fueron cuidadosamente diseñadas, y las jardineras fueron trazadas en sitio para adaptarse a las posibilidades del terreno. Este enfoque busca integrar el paisaje al proyecto, desdibujando los límites entre lo construido y el entorno natural, creando una transición suave entre ambos.
El acabado de La Olita combina concreto armado y madera de parota, materiales que se funden con el contexto natural, cambiando con el paso del tiempo, tal como ocurre con las montañas de la costa oaxaqueña. El diseño se centró en trabajar únicamente con materiales honestos, lo que permitió que el monolito se integrara completamente al entorno. Esta paleta de materiales permitió crear una arquitectura con mucha personalidad, pero al mismo tiempo sencilla y discreta. Desde sus primeros trazos, la composición del gran volumen monolítico logró una sensación de ligereza, lo que permitió que el mar y la naturaleza siguieran siendo los elementos protagonistas.
Cada departamento de La Olita está diseñado para destacar por su simplicidad y funcionalidad, adaptándose a las necesidades de los diferentes usuarios. El espacio construido no compite con el entorno; más bien, es un acompañante que permite que el paisaje se mantenga siempre en primer plano. La propuesta arquitectónica se centra en crear una experiencia de vida en la que el contexto natural sea el principal elemento, transformando La Olita en un refugio único en la costa oaxaqueña.
Año: 2025
Ubicación: Puerto Escondió , Oaxaca
Construcción: Gabriel Lopez
Fotografía: Cesar Belio